¡La miel de abeja, ¡el medicamento natural!, Las abejas han sido siempre las grandes aliadas del hombre. Así, la miel es una de esas sustancias que abundan en la naturaleza y que el hombre ha apreciado y utilizado desde los mismos orígenes de la civilización, donde quiera que ésta haya florecido.
Constantemente se ha empleada como sustento y como medicina natural por distintas culturas (inclusive por grupos étnicos aislados unos de otros); todos igualmente consistentes de sus magníficas propiedades energéticas y revitalizan-te, así como de sus importantes cualidades antisépticas.
Hoy, la miel sigue siendo el producto natural al que recurre millones de personas en todas partes del mundo para curar o aliviar infinidad de enfermedades y dolencias…Pero, asimismo la miel es utilizada en la actualidad por el hombre en la preparación de gran cantidad de productos cosméticos, sirve de base para muchos medicamentos químicos, y es empleada de alguna manera en numerosos procesos industriales.La miel no es el único producto que nos provee las abejas.
Existen otros llamados “productos o obras de la colmena”, como el polen, el propóleos y la jalea real, que también producen importantes efectos biológicos, fisiológicos y anti-microbianos en el organismo, siendo muy apreciados agentes terapéuticos que pueden ser aprovechados en el tratamiento natural de muchas deficiencias en el funcionamiento de nuestro cuerpo.
¿DE QUE ESTA COMPUESTA LA MIEL?
La miel, elaborado con el néctar de distintos tipos de flores recogido por las abejas, está constituida (aproximadamente) por:
• Un 17% de agua,
• Un 76% de azúcar (40% de levulosa, 34% de dextrosa y 2% de sucrosa),
• Un 7% de minerales,
Y otros…como hierro, sodio, magnesio, potasio, fósforo, calcio, cobre, manganeso, aluminio, cal, sílice, sulfuro, cloro, polen, albúmina, dextrina, nitrógeno, proteínas, ácidos y aminoácidos.
Por supuesto, estos porcentajes en la composición de la miel varían de acuerdo con diferentes factores, como son:
• Los distintos tipos de flores que abundan en la zona donde se halla el panal de abejas,
• El clima (en el momento de la recolección de la miel),
• El tipo de suelo en que florecen las plantas,
• La estación del año en que la miel es producida y recogida,
• Otros elementos.
A manera de ejemplo, podemos decir que los minerales que componen la miel dependen directamente del tipo de suelo donde crecen las plantas cuyas flores sirven de base a las abejas para su elaboración. Asimismo, la vitamina C está presente en mayor o menor cantidad en la miel según el contenido de polen de la misma.Esto quiere decir que una miel oscura, por ejemplo, incluye mucho más abundantes minerales que la miel clara, llegando a tener la primera cuatro veces más hierro que la segunda.
Por otra parte, una miel procesada (filtrada, colada o sobre-calentada) tendrá mucha menos vitamina C (al eliminarse el polen, rico en esa vitamina, mediante este proceso), mientras que la miel oscura o turbia que curiosamente, muchas veces rechazamos por el color es, paradójica-mente, la más rica en vitaminas y, entre éstas, la importantísima vitamina C.
También es fundamental aclarar que la miel es, en general rica en las vitaminas del complejo B (esencial para nuestra salud).
El color y el sabor de la miel dependen del tipo de flor de cuyo néctar es elaborada. Las abejas tienden a elegir la flor que más abunda en los alrededores de la colmena a la que pertenece, y se “especializan” en ella por cuestiones técnicas o por su afán de que su tarea sea más productiva.
Es éste el motivo principal por el hay mieles recogidas de panales en campos donde abundan un mismo tipo de planta que presentan determinadas características y sabores específicos. Hay lugares con mayor clase de plantas y flores, cuyas mieles tienen una composición más heterogénea y sabores más variados.
Según el tipo de la flor, las mieles oscilarán entre las muy ligeras y delicadas (como la de trébol) y las muy fuertes y oscuras (como la miel de alforfón).El néctar de la flor consiste en una solución de azúcar diluido en agua. De los muchos azúcares presentes en él, solo tres de ellos se encuentran en mayores cantidades: 1.) La sucrosa, 2.) La levulosa (o fructosa), y 3.) La dextrosa (o glucosa).
Al ser transportado en el estómago de las abeja y depositado después en la colmena, determinan enzima actúa sobre la sucrosa (convirtiéndola en levulosa y en dextrosa), de ahí que; como ya hemos visto, sólo un aproximado de un 2% de sucrosa esté presente en la miel.
TIPOS DE MIELES
La miel puede obtenerse en los mercados en varios tipos:
• La podríamos decir llamar miel homogénea (o “miel de una sola flor”)…trébol, alforfón, salvia, azahar, manzano silvestre, boj amarillo, y cientos de flores más;
• La llamada miel mezclada, de una calidad tan buena como la primera;
• La miel cremosa (o miel batida), que se obtiene al batir la miel liquida con la cristalizada. Este tipo de miel se emplea mucho como ungüento con fines terapéuticos.
Es de suma valía que usted sepa que la miel se vende de diferentes formas, unas más fáciles de adquirir que otras, según el lugar donde usted resida. La miel puede comprarse:
• “turbia” (es decir, con polen)
• Filtrada, o
• Con panal y todo, sin que éste sea extraído de ella. Incluso a veces se vende con abejas y larvas muertas. Estas últimas constituyen la base de recetas terapéuticas muy apreciadas por la Medicina Natural.
LA MIEL EN NUESTRA COCINA
A través de las tantas recetas existentes, estaremos ocupándonos directamente de fortalecer nuestra salud y cargarnos de nuevas energías. Si reemplazamos el azúcar (blanco) (que es dañino al organismo) por la miel como endulzante, también estaremos evitando riesgos y ganando energía y buena salud para nuestros sistemas vitales.
En este sentido es importante recordar que la sucrosa (considerada como “una sustancia muerta” de muy poco valor alimenticio) es difícil de digerir y ofrece una carga pesada para nuestro estómago. En cambio, la levulosa y la dextrosa presentes en la miel, son “azucares pre-digeridos” que pasan directamente a la sangre.
De este modo, si consumismo miel en vez de azúcar, estaremos evitando trastornos como: malnutrición, caries dentales, diabetes, fatigas, complicaciones renales e indigestiones. Es decir, si usted endulza el té, el café, y la leche con miel, y a usa en la preparación de determinados postres y bebidas, no sólo estará previniendo enfermedades y revitalizando su organismo, ¡Sino hasta Rejuveneciéndose!
HASTA PRONTO,,,
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