JUEGO # 1...EL GUARDIÁN DEL ZOOLÓGICO.
Materiales a Utilizar: ninguno.
Desarrollo de la actividad: los niños se desplazarán con mucho cuidado por un lugar delimitado, sin tocar ni establecer ningún contacto con otros compañeros.Al aparecer el dueño del zoológico (docente), deberán aparentar que son animales para que éste no les reconozca. El docente dirá:"cuanto trabajo, iré a ver cómo duermen los leones, cómo se mueven las serpientes..." El niño hiperactivo puede acompañar al profesor y participar dando consignas como si fuera otro dueño del zoológico.
Sugerencias: es de suma interés estimular la atención del niño y pedirle de manera concreta que respete las consignas a lo largo del juego. Se sugiere realizar actividades con un manejo conductista al inicio. con gran cantidad de variantes para que no pierdan interés.
Materiales a Utilizar: ninguno
Desarrollo de la actividad: se cuenta la historia de un león. Todo el grupo se sitúa detrás del docente y este irá avanzando hacia la clase y contará que va en busca de un león. Entonces dirá que atravesará ríos, y todos deberán hacer gestos como si nadaran; luego contará que atravesará una montaña...Así, todos irá avanzando realizando la mímica que la historia requiere, hasta que se llegue a la cueva del león. Cuando el docente ya esté cerca de aula, gritará"¡cuidado, el león!", y todos se dirigirán hasta allí, pero el profesor les dirá que el león es un compañero y que luego saldrá a jugar con ellos. De esta forma, todos los niños entrarán tranquilos en su clase.
Sugerencias: antes de entra en el aula, tratar de que los niños entren en calma y no alborotados. Se debe comprobar que en el recorrido no haya lugares peligrosos, como por ejemplo escaleras,muebles, etc. Es preferible que en lugar de correr se les pida caminar como si fueran momias. Aquí se podrán canalizar conductas que se puedan haber puesto en funcionamiento en la clase, o en el momento del antes de regresar a la sala.
Materiales a Utilizar: tizas de colores u ovillos de lana.
Desarrollo de la actividad: cada niño deberá realizar un recorrido, trazando su propio camino. Podrá realizar cambios de dirección, sortear obstáculos colocados por el docente, señalando el recorrido de su laberinto. Luego todos deberán reunirse e intercambiar hilos (si es con tizas, cambiarlas para poder trazar el camino de la vuelta).
Todas las propuestas deberán repetirse, de manera inversa, por el compañero a quien le presten su laberinto. Así, quien se salga del camino recibirá al final del juego una explicación de qué pasó y el amigo le llevará a recorrerlo nuevamente.
Todas las propuestas deberán repetirse, de manera inversa, por el compañero a quien le presten su laberinto. Así, quien se salga del camino recibirá al final del juego una explicación de qué pasó y el amigo le llevará a recorrerlo nuevamente.
Sugerencias: ajustar el recorrido acorde a la edad y al diagnóstico del grupo. Hacer lo mismo con los elementos que se usen en el recorrido.
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